IA en la empresa: usos, riesgos y cómo cumplir el RGPD

La inteligencia artificial ya está en el día a día de las empresas: acelera procesos, mejora decisiones y personaliza servicios. Pero usarla sin control puede generar riesgos legales y reputacionales. Aquí tienes una guía directa para implantar IA con cumplimiento RGPD y buen gobierno.

Usos que aportan valor (y puedes activar ya)

  • Automatización de tareas repetitivas (resúmenes, clasificación de tickets, extracción de datos).
  • Decisiones basadas en datos (predicciones de demanda, scoring interno, detección de fraude).
  • Asistencia al trabajo (redacción inicial de documentos, ayuda en desarrollo, soporte a ventas).
  • Personalización de contenidos/ofertas y mejora de la experiencia de cliente.

Riesgos típicos a vigilar

  • Privacidad: meter datos personales en herramientas sin base legal o sin minimización.
  • Sesgos y discriminación algorítmica por datos de entrenamiento deficientes.
  • Opacidad (falta de explicabilidad) y decisiones automatizadas sin control humano.
  • Fugas de información confidencial o propiedad intelectual al usar servicios externos.

RGPD: las 6 claves para usar IA con seguridad

  1. Base legal y finalidad: define para qué usas IA y con qué legitimación (contrato, interés legítimo, consentimiento…).
  2. Minimización y retención: usa sólo los datos necesarios y fija plazos de borrado.
  3. Transparencia: informa a usuarios/empleados; si hay decisiones automatizadas relevantes, díselo claramente.
  4. Derechos y control humano: habilita revisión humana significativa y canales para ejercer derechos.
  5. Seguridad: cifrado, control de accesos, entornos segregados, registro de prompts/salidas sensibles.
  6. EIPD cuando haya alto riesgo (perfilado intensivo, categorías especiales, monitorización sistemática).

Tu plan práctico en 6 pasos

  1. Inventario de casos de uso y datos que tocan (qué entra, qué sale, con quién se comparte).
  2. Evaluación de riesgos (privacidad, seguridad, sesgo, cumplimiento) y medidas de mitigación.
  3. Política interna de IA: reglas de uso, qué está permitido/prohibido, revisión de prompts y datasets.
  4. Contratos con proveedores (encargo, subencargados, ubicaciones, TID, métricas y SLAs).
  5. Piloto controlado con métricas: calidad, exactitud, sesgo y coste.
  6. Despliegue + monitorización: auditorías periódicas, registro de incidencias, mejora continua.

Política de IA: mínimos imprescindibles

  • No introducir información sensible (salud, nóminas, secretos industriales) en servicios externos sin evaluación previa.
  • Revisión humana obligatoria en resultados que afecten a clientes, personal o cumplimiento.
  • Marcado de contenido generado por IA cuando aplique (evita confusión y riesgos de desinformación).
  • Registro de herramientas aprobadas, modelos y versiones; y de quién las puede usar.

FAQ express

¿Puedo usar ChatGPT/servicios externos con datos de clientes?

Sólo si el proveedor firma encargo de tratamiento, ofrece garantías suficientes y usas datos minimizados o seudonimizados. Si hay transferencias fuera de la UE, aplica SCC y evaluación de impacto de transferencias.

¿Necesito consentimiento?

No siempre. Depende de la finalidad y del tipo de datos. En muchos casos bastará interés legítimo o contrato, pero documenta el análisis y ofrece derecho de oposición cuando proceda.

¿Qué pasa si la IA se equivoca?

Debe existir control humano significativo: revisa resultados críticos, corrige y entrena. Conserva evidencias de esa revisión.

Conclusión: la IA es una palanca competitiva si se despliega con gobernanza, seguridad y RGPD. Te ayudamos a implantar casos de uso reales con privacidad desde el diseño, contratos adecuados y auditorías periódicas.

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